Como ya os mencionamos hace unos días, el dispositivo de control de movimiento Kinect de Microsoft se ha convertido en un enorme éxito en tierras estadounidenses. En nuestro mercado aún no se han revelado cifras de ventas, pero dado que Microsoft no ha emitido ningún comunicado al respecto, posiblemente el lanzamiento ha sido más flojo de lo esperado, y será la campaña navideña donde pueda hacerse con un buen número de ventas.
Pero Kinect, además de ser muy rentable y espectacular, es también un dispositivo que podría catalogarse como deporte de riesgo si disfrutamos de él en una habitación con poco espacio. El dispositivo nos obliga a estar a una distancia de entre 1,80 y 3 metros de la cámara, por lo que os podéis hacer una idea que cuanto más espacio tengamos, mucho mejor.
En Estados Unidos ya hay quienes han sufrido altercados con el dispositivo debido a la ausencia de espacio, o simplemente por torpeza o por dejarse llevar por la situación al disfrutar de éste nuevo concepto de juego.
En éste vídeo que os dejamos a continuación podéis ver algunos de estos «accidentes domésticos» con golpes y situaciones que, porqué no decirlo, terminan resultando cómicas.
En Gizmos: Kinect: 1 millón de dispositivos vendidos en 10 días – Kinect está a punto de caramelo, Microsoft promociona
Julio Soto
Después de ver los anuncios en televisión sobre este dispositivo, he llegado a la conclusión de que todo el mundo debe vivir en unos pedazos de viviendas de dos pares de narices. Porque menudos salones, comedores y salas de estar que tiene la peña. Supongo que debo ser el único que no vive en una mansión decimonónica con suficiente espacio como para colgar una colección de trofeos de caza por las paredes.
Si los ingenieros que han parido Kinect tuviesen que vivir en donde vivimos muchos, es decir, viviendas con muy pocos metros cuadrados en donde apenas cabemos, otro gallo les habría cantado. Pero, por lo visto, en Microsoft deben pagar muy bien a sus profesionales, a tenor de los caserones que tienen.
No obstante no puedo dejar de preguntarme cómo promocionar semejante producto en países como Japón, en donde el espacio es un lujo que pocos pueden permitirse.
Un saludo.