Los usuarios han hablado y Microsoft ha tenido que pasar por el aro anunciando que los planes para dar el hachazo definitivo a la versión clásica de Skype se han aplazado. En teoría la versión clásica del servicio de videollamadas debería desaparecer el 1 de septiembre, dejando paso a la edición 8.0 que se quiere convertir en el estándar.
No obstante, Microsoft dice que durante «algún tiempo» va a continuar dando soporte a Skype en su versión 7.0 debido a las peticiones que han realizado los usuarios. La compañía ha demostrado lo bien que está adaptándose a las necesidades de los usuarios e incluso les ha dado las gracias por el feedback que han emitido con sus comentarios.
Eso sí, de momento no han dicho nada más al respecto y quedan dudas de qué significa exactamente ese «algún tiempo» que han dado de tregua a los usuarios que no tienen intención de dar el salto a la versión 8.0.
La comunicación entre los usuarios y Microsoft sigue mejorando y el público, aunque no está muy convencido de cuánto tiempo podrán seguir utilizando la edición 7.0, se ha mostrado entusiasmado y agradecido con la decisión que ha tomado la compañía. Al fin y al cabo, lo que molesta a los usuarios es que se les esté presionando y obligando para que se actualicen a la siguiente versión de la aplicación, lo cual no suele estar nada bien visto. A estos usuarios les preocupa que con la actualización pierdan el estilo ligero y simplificado de la versión 7.0, dado que Microsoft siempre ha intentado apostar por introducir novedades y cambios con las nuevas actualizaciones. La edición 8.0 se parece mucho más a la versión del servicio para móviles y eso no es algo que guste a una gran parte del público.
Así que de momento no hay de qué preocuparse, pero tampoco sería una mala idea que quienes todavía no hayan dado el salto a la edición 8.0 piensen en ello. Más allá de ser un cambio necesario por términos de potencia y funciones, acabará siendo algo obligatorio nos guste o no. Porque de momento se ha aplazado el final del soporte para Skype 7.0, pero llegará el día en el que la decisión será irrevocable, dado que no vemos a Microsoft ofreciendo al público una versión clásica del servicio. Hay que entender que los tiempos cambian y que si queremos disfrutar del servicio en su totalidad será necesario adaptarnos a las actualizaciones.