Así son las cosas, y mientras hace rato que en Finlandia la banda ancha es considerada un derecho universal, el Ayuntamiento de Málaga ha sido multado con 300.000 euros por ofrecer conexión WiFi gratuita en los edificios municipales.

En el día de ayer, la Audiencia Nacional ha confirmado la sanción que había sido impuesta en primera instancia por la Comisión Nacional del Mercado de las Telecomunicaciones (CNMT), al considerar que previo a prestar el servicio de conexión el ayuntamiento malacitano debió inscribirse en el Registro de Operadores y Servicios de Comunicaciones Electrónicas.

En su ponencia, el magistrado Eduardo Ortega Martín, ha expresado que la inscripción en el Registro no es un mero formalismo, sino un instrumento para controlar el acceso al mercado, y que para hacerlo hay que abonar una tasa que el Ayuntamiento de Málaga no ha pagado.

En este caso, al parecer, la sentencia habría estado motivada por la forma y no por el fondo, puesto que lo autorizado por la Ley General de las Telecomunicaciones en estos casos es la «autoprestación», que implica que una red wifi está dirigida a su uso por parte de empleados municipales y como parte de sus funciones. Algo que en este caso no era válido y que sumado a la falta del pago de la tasa ha motivado la multa.

Como era de esperarse, el fallo ha tomado por total sorpresa a las autoridades del Ayuntamiento y también a los ciudadanos ya que es la primera vez que en nuestro país se multa a una entidad por ofrecer conexión WiFi de forma pública y gratuita. Ayer, y a la par del anuncio de que intentarán recurir la sanción, la conexión gratuita seguía estando disponible.

Más información: Twitter del Ayuntamiento de Málaga