Nueva York, 24 de diciembre de 1.976. Kyle Hyde recibe una llamada telefónica en el departamento de policía para el que trabaja. El nombre de Bradley le hace dar un salto de su asiento. Se dirige hacia el puerto marítimo, y allí se encuentra con un hombre. De las palabras de Kyle sale el nombre de Bradley unos segundos antes de apretar el gatillo. El desconocido cae al agua y en su último aliento atina a decir un nombre. “M-Mila…” Por suerte, todo ha sido un sueño.

Kylie Hyde es ahora un ex policía convertido en comercial, de esos que van a puerta fría, para la empresa Red Crown. Su dueño, además, gestiona pequeñas búsquedas de objetos y entregas a particulares. Un negocio de dudosa reputación. Así comienza Hotel Dusk, un videojuego a medio camino entre la aventura gráfica clásica y la típica graphic novel japonesa trasladada a la Nintendo DS. ¿Es novedoso?, no tanto como han dicho compañeros de otros medios… Kyle Hyde recibe una llamada de Ed, el director de Red Crown. Kyle, que dejó la policía hace tres años y desde entonces busca a Bradley, recibe la orden de dirigirse a Nevada, al Hotel Dusk.

Hotel Dusk es un juego de exploración y diálogos (muchos más que en Another Code, único juego de Nintendo DS con el que podemos compararlo). Eso sí, en esta ocasión, las conversaciones presentan elementos interactivos. De esta forma podremos elegir entre diferentes respuestas, al más puro estilo de las aventuras gráficas clásicas. A partir de estas decisiones, nuestros interlocutores nos darán más o menos información. Incluso podrán echarnos del hotel. Además de los diálogos, Hotel Dusk está preñado de puzzles que tendremos que resolver, perfectamente diseñados y utilizando el potencial de Nintendo DS. Bastante menos obvios que los de Another Code, requieren del uso de cierta perspicacia.

La acción se divide en capítulos, de manera que si nos equivocamos podremos volver al inicio del último episodio que hayamos concluido con éxito. Tenemos por delante cerca de diez horas de juego. Jugablemente, es posible que los jugadores más orientados a la acción puedan aburrirse con el lento devenir del destino que nos ofrece Hotel Dusk.

Gráficamente, llama poderosamente la atención el curioso apartado visual que han montado los desarrolladores de Nintendo. Escenarios tridimensionales a todo color contrastan con personajes hechos a lápiz con una estética a medio camino entre el manga y el cine negro americano. El apartado sonoro pasa quizá un poco desapercibido, adornando el entorno gráfico y suscitando emociones de miedo y melancolía en buena parte de la acción. Los efectos de sonido son mejorables y escasos.

Hotel Dusk es una novela policíaca interactiva, por eso decía al principio que no está tan lejos de las visual novels. Eso sí, también es un videojuego imprescindible para Nintendo DS.