Bomberman está de moda; y es que a la fuerza ahorcan. Después del fracaso de Bomberman Act Zerorevisión del clásico para PSP le toca el turno a la Nintendo DS con el título: Bomberman Land Touch y la . Aunque pudiera parecer mentira, Hudson Soft no nos paga ni un euro por hablar de sus “jueguecillos”. Ya tuvimos la oportunidad de disfrutar de Bomberman al poco tiempo de salir la consola portátil de Nintendo bajo el epígrafe de Touch! Bomberman Land. Una apuesta por el videojuego clásico al que se aplicaron las posibilidades de la pantalla táctil. Han pasado un par de años desde entonces y Bomberman Land Touch aglutina minijuegos, modo multijugador y las clásicas explosiones que hicieron tan famoso al videojuego. En la nueva aventura, Bomberman se presenta acompañado de cinco amigos en un viaje a una isla desconocida. El problema llega cuando un pirata asalta el camarote y le dice que debe emprender rumbo hacia Isla Bomba. Un lugar sobre el que se está construyendo un importante parque de atracciones.

Ante los ojos de nuestro personaje se presentará un enorme parque de atracciones dividido en diversas zonas que recrean entornos variados: acuarios, selvas, cuevas y zonas comerciales. Una vez estés en el parque, hay que ir completando atracciones para ganar monedas e ítems varios que posteriormente servirán para acceder a nuevas zonas y atracciones. Cada atracción, que aparecerá en el mapa en forma de casa, podrá estar abierta o cerrada. Sin embargo, para acceder a determinadas zonas como las minas, necesitarás algún que otro accesorio especial como cascos e incluso trajes nuevos para nuestro héroe.

El título cuenta con treinta y seis minijuegos repartidos a lo largo de toda la isla. A pesar de tratarse de una cifra no muy amplia, la excelente variedad entre minijuegos y la alta jugabilidad de todos ellos hacen que el modo para un jugador de Bomberman Land Touch se convierta en una de sus grandes bazas. La utilización de la pantalla táctil y el micrófono es indispensable tanto para los minijuegos como para controlar los movimientos de Bomberman por el escenario.

El modo de juego clásico, con combates al más puro estilo Bomberman, ofrece bastantes posibilidades de personalización. Al crear la partida podrás elegir el número de jugadores y si deseas incluir personajes controlados por la CPU. Después de seleccionar un escenario de entre los veinte disponibles, podrás editar al completo la configuración de la partida cambiando, por ejemplo, el número de rondas y el tiempo. Sin embargo, la gran novedad de este Bomberman llega con la posibilidad de juego en red a través de la Nintendo Wifi Connection. Gracias a este modo de juego podremos realizar partidas aleatorias o contra jugadores de nivel similar al nuestro. Es una pena que no nos permita disfrutar de los minijuegos con los amigos.

La simplicidad del motor gráfico respeta la estética del Bomberman original. En ocasiones tenemos la sensación de simpleza en escenarios y minijuegos. Se trata de un videojuego a tener en cuenta dentro del ya numeroso catálogo disponible para Nintendo DS. No ofrece nada nuevo, pero es adictivo como pocos.