La fotografía es un arma poderosa. Con un poco de Photoshop podemos eliminar arrugas, una iluminación acertada puede mejorar nuestra expresividad y un encuadre estratégico sirve para esconder defectos. Este tipo de cosas se ponen en práctica con frecuencia en la publicidad. Todos estamos acostumbrados a que los platos de un restaurante se parezcan poco a nada a las fotos que los presentan, por ejemplo, pero quizá no nos hemos dado cuenta de que estas técnicas también se usan en las fotos promocionales de hoteles y destinos turísticos.
Oyster es una página web de reserva de hoteles que tiene una sección en la deja al descubierto algunas de las tretas utilizadas por los hoteles y sus fotógrafos para mejorar el aspecto general de las habitaciones, la fachada, el entorno o la piscina del hotel. Aparte de la famosa técnica de poner fotos de clientes y clientas con cuerpos perfectos y sonrisas envidiables tomando el sol, también vemos ángulos de foto muy favorecedores que hacen que una cama parezca inmensa o que disimulan el pequeño tamaño de la piscina del hotel.
En la imagen superior, por ejemplo, podéis ver a la izquierda la fotografía que un hotel muestra de su playa y, a la derecha, una imagen real de esa playa en temporada alta. Si uno va esperando la estampa idílica de la izquierda y se encuentra con una playa donde no cabe una tumbona más, la decepción está garantizada. Tenéis más ejemplos en la web de Oyster.
Más info | oyster.com